La importancia de un buen modelo en los procesos de impairment
- arsanzg
- 14 sept
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Bajo IFRS (específicamente la NIC 36), las empresas deben evaluar periódicamente si el valor contable de sus activos supera su valor recuperable, que es el mayor entre:
-El valor razonable menos costos de venta, y
-El valor en uso (flujos de caja futuros descontados).
Si el valor contable excede ese valor recuperable, debe reconocerse una pérdida por deterioro.
La precisión del modelo financiero puede marcar la diferencia entre una estimación sólida y un dolor de cabeza en la auditoría.
Un modelo robusto permite:
-Proyectar razonablemente flujos de caja futuros
-Justificar tasas de descuento consistentes con el riesgo del activo
-Documentar supuestos clave para superar el escrutinio del auditor
-Alinear el modelo con los requisitos contables (cash-generating units, valor en uso vs valor razonable, etc.)
Imagina una empresa que desarrolló un parque eólico y lo tiene registrado por USD 80 millones. Debido a cambios en el precio de la energía y mayores costos operativos, la empresa realiza un test de deterioro.
Proyecta los flujos de caja futuros del parque y, al descontarlos, obtiene un valor en uso de USD 60 millones. Como este es menor que el valor contable, debe reconocer una pérdida por deterioro de USD 20 millones en sus estados financieros.
Este ajuste impacta directamente en el resultado del ejercicio y puede afectar covenants financieros, decisiones de los accionistas e incluso valoraciones ante una posible venta del activo.
En nuestras auditorías y revisiones de modelos financieros, hemos visto cómo pequeñas fallas técnicas (circularidades mal resueltas, supuestos inconsistentes, errores en la proyección del capex o working capital) pueden invalidar completamente un test de deterioro.
Un impairment mal modelado no solo pone en riesgo la opinión del auditor. También puede afectar la imagen financiera de la compañía ante bancos, inversionistas o potenciales compradores.


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